“En las noches se asoma a la ventana para insultar al firmamento…”
La delación Jorge Aristizábal Gáfaro
Los únicos que poseen inmunidad contra los motochorros son los extraterrestres que como todos saben viven entre nosotros, los terrícolas, camuflados de seres humanos. Al parecer emanan un olor especial que espanta a los motochorros. No es un artefacto como el de los mosquitos sino el carbono transestelar de su piel plutogénica. Los espías extraterrestres son pocos. De allí la minúscula cantidad de Oranenses que no ha sido victima de la plaga.
Unas primas de 26 y 16 años a las que el Viernes pasado a la cinco de la tarde dos ladrones en una Cross blanca les arrancaron el celular al toque en la Esquiú y Dorrego puede decirse con toda seguridad son del planeta Tierra. Describieron al gordo con cresta de manos gordas y negras y al otro con un lunar en el pómulo. En la funda del celular había nueve mil pesos. Del empellón una de las chicas cayó y sufrió dolorosas escoriaciones.
Con un tío la ilesa anduvo preguntando por San La Muerte y llegó a la casa del gordo. La madre le entregó el celular mientras los motochorros escapaban por el fondo. A las diez de la noche fue a la Comisaría de aeroparque por su denuncia y mientras hablaba con un oficial vió al chorro del lunar con un taper en la mano, le llevaba comida a su hermano preso.
Desenmascarado se quedó a comer en la misma celda. Era LRD de 17 años. La madre identificó al amigo, el de las manos gordas, como “Tanke”. No se va a hacer cargo mi hijo solo, argumentó. La Causa se anotó como robo. Ya casi no quedan vírgenes de motochorros. Solo que seas de la Galaxia Andrómeda.