“Desapareció entre los dedos fríos de la noche negra…”
El cholo que se castro D Aguilera Malta
A seiscientos ochenta kilómetros de Orán, en el sur de la provincia de Santiago del estero, limítrofe con córdoba, unas leguas antes de la localidad Villa Ojo de Agua, hallaron un cadáver el día de año nuevo. Al desconocido, que se le calculó por el avanzado estado de descomposición diez días de muerto, le habían pegado cinco tiros tres de ellos en la cabeza.
Para identificarlo difundieron que tenía dos tatuajes en pectoral y abdomen, de una calavera fumando y de un Guasón. Pintaba una ejecución narco. El hombre sería de Orán. Lo venían buscando a través de las redes. De los datos preliminares lo tienen integrante de la banda de un tal Pelao. No se sabe si lo mataron en el lugar del hallazgo o lo tiraron ahí.
Hay averiguaciones y trámites.
El crimen sumaria a otros vinculados con el narcotráfico donde los disparos de remate a la cabeza son marca y mensaje.