“Si me ven, digo que no podía dormir. No me van a decir nada. Que salí a tomar aire. Boleó una pierna sobre el tejido, pero un pensamiento lo aquietó, montado en el alambre …”
El obstáculo Juan Carlos Onetti
El puro azar permitió el esclarecimiento de un violento asalto ocurrido el dos de Febrero en Embarcación. Tres tipos armados entraron al copetín al paso “Luciano” golpearon y maniataron a sus dueños, un pareja él de 58 ella de 25, y se llevaron de acuerdo a la denuncia cincuenta mil pesos y dos celulares.
La AP 242/19 por robo con arma de fuego quedó con unos pedidos de activación de los números y no mucho más hasta que dos meses después la Policía de la Colonia pilló a unos encapuchados de pistola que asaltaron la finca Posadas y encanutaron el botín en la Misión Cherenta allá en Embarcación donde no solo estaban las mochilas de fumigación, los productos agroquímicos, las palas, sino hasta también una Yamaha 250 choreada.
Los más perspicaces y de buena memoria se rascaron la cabeza. Revisaron el video del asalto de Febrero y eran los mismos pescados, con detalle de tatuajes y todo.
El Facha Ariel Orlando Lorenzo (42) habia usado su Fiat adventure para trasladar lo robado, camioneta que tambien estaba filmada rondando el primer asalto.
Lo secundaban el “Cuco” Luis Ovando (29) salido de la cárcel en el 2013 luego de una condena de seis años por robo calificado y portador de un prontuario que fue engrosando con un rosario de delitos desde el 2009, y uno que no era del Palmeras como los primeros, era del municipal, convicto de abuso sexual, Abraham Alejandro Pilinco (20).
Obvio los encausaron en las dos jurisdicciones. Nadie habló hasta hace unos días. El 10 de Junio en la Fiscalía de la ciudad del departamento San Martín Pilinco confesó.
Dijo que le pidió un préstamo al Facha porque tenía la mamá enferma y necesitaba para los remedios. Que no le devolvió en las dos semanas pautadas y un día lo hizo subir al auto para que le pagara con un “trabajo”.
Que lo llevó a Embarcación. Que él creía que iban a cosechar tomate PERO NO relojearon un negocio y me dijeron que tenía que entrar (iba Cuco) para sacarle la plata y la droga sino me iban a cagar matando. Ellos tenían armas. Dijo que entró a una pieza y cargó los paquetes de droga. Que a propósito dejó el monitor que el Facha le había pedido que lleven con las filmaciones.
Aseguró que todo lo hizo por miedo a que lo mataran. Me obligaron, insistió.
La declaración, siendo una oda a la victimización o el guión melodramático de una película de Tita Merelo del ladrón bueno obligado a robar por su mamá enferma, fantasioso y ensuciando a las victimas, es una pieza acusatoria de interés. El trío afronta dos hechos cuya pena es de cinco a quince años de cárcel. El mínimo, diez.
