Eran compañeros Jueces en los tiempos buenos de flashes y felicitaciones cuando la condena a perpetua de los Castedo en noviembre del 2023. Raúl Lopez, Edgardo Laurenci y Claudio Parisi.

Después de la arremetida del ministerio público solo Lopez como un moderno Robinson Crusoe se salvó del naufragio. Sus iguales pasaron de héroes a villanos, uno corrido el otro preso acusado de ser cómplice del crimen organizado y el narcotráfico pero no, obvio, el de los hermanos Castedo sino de los hermanos Martinez, el Oreja muerto a tiros por sicarios el Conejo elegido intendente de Aguas Blancas.

Lopez sigue en el estrado.

Le tocó interrogar a Parisi no ya como colega para discutir y valorar las pruebas sobre la inocencia o culpabilidad de un fulano sino para constatar sus datos personales formalidad en las audiencias multipropósito. Por esas cosas del destino Parisi era ahora Castedo y Lopez Parisi.

Al ex Juez de Garantías lo acusan de secretear con el abogado Roberto Ortega y el ex intendente Carlos Alfredo Martinez a favor y por dinero de su impunidad en el crimen de su hermano razón alegada por la que no se pudo esclarecer. Lopez inició la reunión preguntando si las partes (defensores y acusadores) habían llegado a algún tipo de acuerdo. Obtuvo una respuesta tajante “ninguno”.

Los planteos de la defensa fueron todos rechazados y los magnos sospechosos van a Juicio sin retoques.

Condenados de antemano por la propaganda fiscal contra la opinión defensiva que se trata de un tema político de poder de enfrentamiento interno donde alguien tiene que pagar el pato.