“Un ataque masivo al corazón, dijeron…”
Espanto Anthony Horowitz
Los olores nauseabundos que infectaban la banquina de yuyarales altos de la ruta enfrentaron a un changuero con la escena macabra de un cuerpo putrefacto que el gendarme que fue a verificar su relato describió como masculino decapitado.
Lo que parecía a simple vista, una vez examinados los restos, varió.
Efecto de haber estado un prolongado tiempo bajo el agua los huesos comprimidos y soldados tornaban incomprensible la parte alta de su anatomía. Estaba la cabeza debajo de esa anarquía osea.
Las muestras de ADN que se enviaron para constatar identidad resultaron negativas. Suponen se trata de un extranjero ingresado ilegalmente. Según el informe de autopsia su muerte fue por causas naturales.