“Se tranquilizó apenas, recordando haber comprobado tres veces que la puerta estaba junta, con el pestillo corrido…”
El abuelo    Mario Vargas Llosa
Nuestro amigo de la Casa del árbol de Pichanal clasifica las aberturas en “las para abrir” y “las para cerrar”. Con un criterio aristotélico defiende la imposibilidad que algo se cierre y se abra a la vez. En el rubro ventanas los ladrones, es obvio, deberían preferir las “para abrir” por su clara metáfora de libertad y no las “para cerrar” que evocan quedar dentro, atrapados.

Ignoramos si los que desvalijaron una casa en el Taranto tuvieron en cuenta este detalle. Fue el Lunes día de los inocentes que una mujer de 25 años denunció en la Comisaría de Aeroparque haber encontrado su vivienda saqueada. Le habían llevado herramientas, dos plasmas, una hormigonera, ropa, un lavatorio Ferrum, cajas de tazas sin abrir, un taladro y entre otras cosas: una ventana.

La Policía trabajó sobre las sospechas de la victima y detuvo cerca al “Sanjuanino” Héctor Osorio (42) y al “Morcilla” Joaquín Salazar (28) del 17 de Octubre secuestrándoles una buena parte del botín incluidas dos hojas de ventana sin especificar si eran “para abrir” o “para cerrar”.

Los hombres quedaron detenidos acusados de robo en la AP 1231/20. Casi seguro la ventana era de las “para cerrar”. Sino hubieran escapado, abriéndola.