De las partidas de camionetas robadas en el sur que llegan a nuestra amable frontera para ser negociadas en el incesante tráfico de cocaína algunas se pierden en el camino. El intercambio fracasa y quedan guilladas en playas de estacionamiento de Orán o Aguas Blancas. O abandonadas en una calle oscura.
Se han recuperado unas cuantas. La semana pasada la Brigada descubrió una Toyota roja huérfana en la YPF de la salida con denuncia de robo en Tucumán.
Ayer una delegación de robos y hurtos de aquella provincia vino a llevársela con trámite en la fiscalía a cargo.
Rutinas en una frontera bajo dominio del narcotráfico.