“Johnny tenia imaginación… Sabía qué inventar. No es muy imaginativo morirse…”
Con tinta sangre  Juan Sasturain
Si algo positivo puede decirse del Orán de la droga es que no hay lugar para el aburrimiento. Lo cotidiano repite las películas y las series populares y exitosas de los carteles mafiosos de Méjico y de Colombia. Millonarios espontáneos viven a la vuelta de la casa de uno con sus prolongadas ausencias, su exagerado crecimiento patrimonial, sus lujos, sus minas de opulentos pechos operados, su sospechosa cercanía con crímenes narcotípicos hechos de venganzas, delaciones, engaños, robos y cuernos.

En ese mundo todos mienten. O callan. La verdad te puede costar muy caro.
Los primeros días de Octubre un hecho fraguado al sur de la ciudad se promocionó con titulares de escándalo: Violación en manada, entradera, ajuste de cuentas, golpes y que se yo. El asunto estaba vinculado a un faltante de droga y de persona.

Según la suegra de una chica de 21 años había recibido en su celular la foto de ella en un estado lamentable. Desnuda, con la ropa hecha jirones y ensangrentada. Ni que le hubiera pasado un regimiento por encima. A la hija le iba a pasar lo mismo, amenazaban, si no aparecían el marido y el hermano de la nuera, desaparecidos en acción supuestamente con una carga ajena.

A la victima le habían caído a la casa una mañana disfrazados de Policías armas en mano y enmascarados reaccionando a la ausencia del marido golpeándola y tratando de violarla, o violándola directamente, no se sabe porque se negó a denunciar. Lo que sí en el forcejeo a un atacante se le había caído la pistola, un Bersa Thunder calibre 9 x 19 mm, que secuestró la Policía.

La victima no quiso hablar una palabra. Menos con la Brigada porque según su pariente había reconocido a uno de sus efectivos en el asalto. Señalaba también por el apodo a un amigo del marido al que le arrancó la capucha.
Intentando que cuente su drama la chica fue paseada por varios sectores judiciales.

En el informe de una psicóloga confirmó que fue atacada el ocho de Octubre al volver de la salita del barrio. Nada más. No quería denunciar por miedo.

Final provisorio: hay una causa misteriosa donde se secuestró un arma de grueso calibre.

En el entorno varios afirman que es una gran mentira, la estrategia para quedarse una mejicaneada. No sería raro. La violencia y la mentira son la madera del vertiginoso mundo narco.

Como quiera que sea para un filme sería un formidable guión.