“Solo me pregunto si fue una muerte enteramente accidental…”
Cielo trágico    John D McDonald
Miércoles 24 de Febrero. Sala I de Juicio. Planta baja de tribunales. 11 hs. La opinión de los Jueces respecto a la responsabilidad de la madre y su novio en la muerte por fractura de cráneo de un bebé de 11 meses era una incógnita.

La acusación en la primera página de un menú siniestro era que lo habían matado a propósito rompiéndole la cabeza contra la pared o un mueble, la segunda refería un accidente en ocasión de un juego de upalele, podía ser un complot criminal de la pareja, podía ser uno el asesino, posiblemente quien había confesado, José María Lucema, el hombre.

Al alegar la Fiscal sostuvo su teoría que la mujer, Johana Celeste Juarez de Embarcación, era culpable por no haber hecho nada cuando su novio boxeador mató al bebé. Dibujaba un hecho monstruoso, perverso, contra natura, que merecía que ambos pasaran sus vidas en prisión. Los defensores repasaron las pruebas con otra perspectiva.

Julio Villalba defendió la declaración de su cliente Lucema del accidente, reparó que la fiscal no explicó ni el modo ni el motivo de la muerte, los testigos dijeron que se llevaban bien, transitaban apenas dos meses de noviazgo, y que el acusado jugaba muy cariñoso con la criatura. Si no había maltratos previos ni peleas de alcoba ¿por qué iban a matar al niño?. ¿Porque sí?.

Enzo Gianotti recordó los testimonios calcados que la madre no estaba en la habitación cuando se escuchó el llanto de la victima. Que ella no tenía nada que ver. En las palabras finales Lucema le pidió disculpas. Juarez lloró que no era una asesina ni capaz de matar y su hijo era lo que más había anhelado en el mundo y querido.

Los Jueces fallaron quince años de prisión por homicidio simple al imputado y absolvieron a su ex pareja y madre de la victima.