
“Sintió tanto pavor como odio…”
La última huelga de los basureros Bernardo Kordon
El robo ha sido una constante histórica desde los paleontrópidos Oranenses hasta los ciudadanos actuales. La propia ciudad ha resultado del choreo de un español medioeval. Los métodos han ido cambiando. Del período lítico a esta parte la piedra ha sido el arma más popular. En la modernidad resalta la tracción a moto entre otras variadas estrategias y el uso intimidatorio de puñales, machetes y revólveres.
El pasado domingo tercer día del año se presentó ideal para el esparcimiento y el deporte. Un grupo de cinco mujeres planificó un recorrido en bicicleta por la autopista Orán Pichanal. De vuelta pedaleando cansadas a la altura del Ingenio la historia les cayó encima.
Un tipo en una moto esperó a una con la sorpresa de un cuchillo en la mano y la orden fulminante que entregara su celular si no quería ser cortada en pedacitos. Por supuesto se lo llevó acelerando frente a las ciclistas aterrorizadas. Con una descripción la Policía detuvo a un sospechoso pero del teléfono ni noticias. Es lindo Orán, si tenes suerte que no te choreen, claro.
