“-Lo declararon culpable, ¿verdad? -preguntó Mr. Quin.
-Sí, el jurado solo necesitó media hora para decidir. Mr. Quin movió la cabeza y dijo: -Ese fallo era inevitable, dados los testimonios existentes…”
La señal en el cielo Agatha Christie
Dos hombres fueron declarados culpables de homicidio esta mañana del Martes 18 de Diciembre en las salas de Juicio de Orán. “Dados los testimonios existentes” el GORDO MATIAS ENRIQUE SANCHEZ (37) fue sentenciado a ONCE (11) AÑOS de cárcel por haber muerto de una puñalada, un año y cinco meses atrás en el barrio 20 de Febrero, al “Torito” Miguel Lazarte (26) y el COYUYO O CABELLUDO JESUS MIGUEL PAZ (23) a DOCE (12) AÑOS por asesinar de un tiro al “Bebe” Ramón Reymuth (22) en el Kirchner a principios del 2017.
En los dos debates la fiscal de Homicidios Claudia Carreras pidió 17 AÑOS para los acusados. Tanto Fayos de Sala II que juzgó a Sanchez como el tribunal colegiado que hizo lo propio con Paz le bajaron sus pretensiones. Las Causas consumieron varias audiencias.
Para fin de año los Jueces se apuran a cerrar los casos difíciles que van dejando para después. Es como cuando estudias y vas separando las bolillas que no entendés bien para más adelante y al final para la fecha del examen tenes un choclo para estudiar en 24 horas. Por eso la pila de homicidios para las fiestas. Que pase el que sigue.
“Los fallos eran inevitables”.
En relación a Sanchez, su amigo y locatario de la casa donde se realizó el after mortal, LO VIO APUÑALAR al chico Lazarte furioso por habersele escapado el amigo con el que había peleado. Quedó pendiente el celular que le robó e hizo vender por su hermano que pueden ser unos años más.
La familia esperaba más pena, aún sabiendo, nos decía el papá del Torito, que ni mil años le iban a devolver a su hijo.
“El moribundo dijo: ¡Me han… asesinado! Golpe de atrás. Rebenque. Busquen. Cobarde. Golpe tremendo. Muero. Era verdad. Burbujas de sangre reventaban en la boca estertórica y los negros ojos se empañaron. El fraile intimó: Dentro de poco estará delante de Dios. ¿Se arrepiente de sus pecados?…”
La mosca de oro Jerónimo del Rey
Con respecto al Coyuyo Paz la propia victima que sobrevivió casi dos semanas a la bala se lo llevó puesto. Antes del último suspiro les contó a sus hermanas que el Coyuyo le había disparado. El crimen encajaba en la categoría de tranzas contra piperos. Igual a muchos otros. Paz aceptaba haber baleado a Reimuth pero en respuesta a que este lo atacó con un cuchillo. Había ido a comprarle droga. O a robarle droga.
A la pregunta ¿cómo sabe que iba a comprar droga? hecha a una hermana de la victima dijo que SIEMPRE ANDABA BUSCANDO DROGA POR TODOS LADOS. Su vida se reducía a eso. No hacía otra cosa. Ninguno de los suyos ocultó esa locura adictiva. Su pareja fue a declarar llevada por el servicio penitenciario, está presa por drogas. También llevó la Policía a Belén Reymuth detenida por robo y negociando condena por juicio abreviado. La chica es una adicta que estuvo involucrada en el crimen de Pepe Ruiz. Alegaba que el Coyuyo era amigo del dealer Vitamina del 17 de Octubre con el que tenían problemas y que podía ser el instigador.
Junto a Paz juzgaban a Romina Alejandra “Negra” Soruco (20), su pareja, como partícipe secundaria y el “Pie Grande” Diego Franco Ortiz o Areco (36), un convicto con varias condenas, por encubrimiento agravado ya que en su casa detuvieron a la pareja y secuestraron la moto en la que se movilizaban. La Policía creía que eran sus “soldaditos”. Los dos fueron absueltos. Nada ni nadie los apuntaba en el homicidio. “Haber estado cerca no es un hecho delictivo” ironizó el defensor Enzo Gianotti en los alegatos.
Esta semana tienen que terminar el homicidio del “Pino” Santos (18) muerto de un tiro en la cabeza en la Misión San Francisco por el que están presas cinco personas de una familia de comerciantes del barrio 9 de Julio de Pichanal y el ahora homicidio simple en perjuicio de Vane (14) y Gise Barba (21) que se imputa a María Florencia Bridoux (30).
Hay que sacarlos antes de navidad.