“Le llegó a las narices el olor de la pólvora…”
Pigmalión Leopoldo Hurtado
Anoche, pasadas las nueve, un alerta sobre un herido de arma de fuego en una finca de la banda norte del río Blanco movilizó a sirena batiente una ambulancia del Samec. Recogían a un adolescente de 16 años desvanecido con un tiro en la cara. Era de una familia que vive y trabaja en el lugar.
Presentaba un orificio en el mentón, ingreso del proyectil, y otro en la parte posterior del pómulo lado izquierdo, egreso. Es decir la bala lo traspasó. Según su relato estaba sentado en la entrada de la finca cuando alguien camuflado en la oscuridad hizo el cuetazo. No sintió nada hasta notar el líquido de la sangre que le bajaba por el pecho. Alcanzó a entrar a su vivienda y cayó redondo.
Allegados dicen que tiene un hermano que anda en malas juntas dejando entrever que quizá confundieron el blanco. El chico evoluciona positivamente.