“Esas interminables discusiones en que dos hombres bajo los efectos de la bebida, al rayo del sol, hablan de todo y no se entienden en nada…”
Simbiosis    Rodolfo Walsh
Por lo habitual casi no es noticia que unos borrachos se desconozcan. El alcohol borra las riendas del entendimiento y torna las ofensas, a veces reales otras imaginarias, en duelos a muerte.

El 8 de Noviembre del año pasado en el barrio azucarero dos vecinos compartían bebida hasta que uno enojado le arrancó el celular al otro, salió corriendo con la torpeza tambaleante de los beodos, fue alcanzado y reaccionó tirando puntazos con su cuchillo hiriendo al compañero y luego al padre que salió a defenderlo. Las victimas terminaron internadas graves, uno con evisceración y lesión hepática.

El victimario Gustavo Maximiliano Illesca (27) apodado “Ruso” fue acusado de robo doblemente agravado por arma (tentativa) y por las lesiones graves resultantes y llegó a Juicio en la Sala I la semana pasada. Su versión era que había tenido que defenderse del ataque a machetazos del padre y del hijo.

Dijo ser changuero golondrina. Con una condena cumplida de cinco años por robo calificado a los 18. Hoy repitió cifra con la sentencia del Juez Edgardo Laurenci que convalidó el pedido de la fiscal Alda Murúa. Cinco años de prisión efectiva por los delitos que venía imputado. La macha le costó un Potosí.