—Una vez le hice una jugada sucia —siguió—.
Lo metí en un lío…”
Estaré esperando Raymond Chandler
Mil días duró el suplicio del médico, bombero y político pichanalense Luis Osvaldo Chiodini (71) desde que en agosto del 2019 una joven paciente lo acusó de haberla violado en su consultorio de barrio Los Paraísos. El profesional por sus múltiples enfermedades cumplió la preventiva internado o en su domicilio. “Ya se va a aclarar” nos dijo en una nota que le hicimos en la clínica Sagrado Corazón.
Fue una frase premonitoria.
El 9 de septiembre llegó a juicio con el sambenito de un abuso sexual con acceso carnal que hoy los Jueces de la Sala I desestimaron, absolviéndolo.
Su defensor en las largas audiencias fue el salteño Guillermo Mauricio Alberto (44) que alegó ayer más de dos horas detallando las inconsistencias de la acusación.
El 22 del mes pasado el tribunal le había dado la libertad. Luego de las declaraciones de su médico de cabecera del PAMI, el intendente de Colonia Jorge Guerra, que por su reciente operación de próstata y las complicaciones posteriores era IMPOSIBLE que haya mantenido relaciones sexuales. Por otro lado criminalistica peritó que de afuera adentro no se podía ver nada como decía el marido de la supuesta victima que armó el escándalo. Era un caso plagado de mentiras.
Tanto que la mesa de género bajó la acusación a abuso sexual gravemente ultrajante, es decir de una penetración a un roce de genitales, por el que pidió cuatro años de prisión. Chiodini tenía razón. Al final la cosa se aclaró.