“Me indicó que sería sometido a un breve interrogatorio, luego del cual el juez decidiría que medida cautelar tomaría conmigo…”
Desafiar al destino Abraham Saúl
Desde la reforma del código procesal los juicios por delitos graves pueden ser dirigidos por varios magisters o por uno solo. Es a gusto y placer del consumidor, lease imputado. La anterior cámara del crimen era un tribunal insoslayable, tres jueces si o si, que, además tenían que ponerse de acuerdo deliberando una vez cerrado el debate. Yo pienso esto, no, yo creo lo de más allá, me parece que están meando fuera del tarro podía porfiar un tercero. Había un salón de deliberación con cafecito y un empleado alerta para teclear el fallo.
Con los modernos juicios unipersonales muchos jueces siguen con la vieja mecánica de entrar a deliberar ¿con un espejo? ¿afectados por un trastorno bipolar? ¿con ellos mismos?. El problema es que ya no tienen el cuartito convertido hoy en una nueva dependencia del hacinamiento tribunalicio. Sin el bulín mistongo se quedan a discutir en el recinto de audiencias o hacen como hizo el Juez Raúl Lopez de la sala II el pasado viernes 28 de Junio quien sin demoras dictó sentencia luego de los alegatos. Y encima argumentó el porqué de la decisión. Muy operativo, muy bueno.
A once meses del hecho Enzo Ariel Castedo (21) y Ezequiel Nicanor “Echi” Romero (21) llegaban acusados de tentativa de homicidio con arma de fuego luego de disparar con escopeta en una esquina de El Milagro contra el Mataco Ale Rivero con tal mala suerte que hirieron levemente a dos inocentes con unos perdigones. Castedo manejaba y Romero era acompañante. El tal Mataco y su bandita los tenía podrido pidiéndoles plata de peaje y tirandoles piedras.
La Fiscal pidió siete años y monedas para cada uno por la tentativa más portación de arma de uso civil. Los defensores Ariel Ovejero y Jorge Palacios que no vieron ni intención ni un daño brutal para semejante castigo, la absolución por la duda. El Juez Lopez cortó por lo sano condenando al dúo a dos años y unos meses en suspenso por abuso de arma. Sonó razonable. Sello y firma.
Castedo adquirió cierta notoriedad al fugarse en Octubre del año pasado de la comisaría de Yrigoyen con otros cuatro detenidos desarmando el ventiluz enrejado. Tuvo muy buena onda con sus captores con una selfies sonrientes. Se ordenó su inmediata libertad junto a su compañero Romero.