“No podía perderse el tiro. Serenidad y darle al gatillo a tiempo…”
Golpe doble Vicente Blasco Ibañez
La ley nacional de armas y explosivos establece que las de calibre superior a 6,35 mm son armas de guerra.
Una pistola nueve milímetros fue la utilizada por el convicto Juan Carlos “Juanilo” Villaján (35) la siesta del 16 de Junio del año pasado contra su vecino el “Teté” José Gutierrez (36) en el marco de unos meses de sangrienta actividad criminal en torno a la ciudad oculta en la manzana del pasaje San La Muerte de Madereros.
Juanilo estaba con libertad condicional desde unos meses atrás por ocho años que cumplía de un robo calificado. Se había enterado que durante su encierro su mujer había salido con Teté. Le disparó a tres metros atravesándole la cintura con la bala. Gutierrez estuvo dos semanas en terapia intensiva. El Martes 16 de Marzo Villaján llegó a juicio bajo cargos de homicidio en grado de tentativa calificado por el arma de fuego.
Lo defendió el abogado Roberto Ortega. Declaró ser la victima, que tuvo que defenderse del baleado que era, en realidad, el que quería matarlo. Las audiencias a cargo del Juez Laurenci se extendieron hasta el Miércoles pasado cierre del mes.
La fiscal Claudia Carreras pidió nueve años de prisión por el delito en juego. Ortega cuatro por lesiones graves, entendiendo esa la conducta de su cliente. El fallo fueron cinco años por lesiones graves agravadas por el arma de fuego. Se computarán con lo que le falta purgar de la condena anterior. Luego comenzó la semana santa.