“¿Acaso la justicia no es injusta siempre? ¿No se compone siempre de injusticia, suerte y lugares comunes en partes desiguales?…”
Humo William Faulkner
En Enero del 2019 un grupo de bagayeros pasantes de coca salieron de un asado con mucho vino y cerveza en el barrio 17 de Octubre a buscar una carga. En el auto, atrás, iban dos changos amigos de toda la vida jugando temerariamente con una pistola vieja.
De pronto salió un tiro que se incrustó en la cabeza del Enzo Limao Heredia (23) gatillado en la ruleta rusa de machados por el Tigui Leandro Matías Churquina (24). El herido estuvo en terapia intensiva y al cabo de un mes se recuperó.
En Diciembre del 2020 en Juicio oral y público condenaron a siete años, un mes y diez días a Churquina como si hubiese intentado matar al amigo siendo que Heredia declaró que venían pasándose el arma uno a otro y a cualquiera se le pudo haber escapado una bala. Para el desacreditado Juez Maldonado la victima mentía. Era un fallo increíble.
La abogada Lucinda Segovia casó la Causa y ahora vino del tribunal de Impugnación ordenando la inmediata libertad de Churquina modificando la calificación legal a lesiones graves con arma de fuego y dándole por cumplida la pena nueva de un año y cinco meses de prisión.