Hay problemas con las vacunas contra los chorros, el prospecto está en ruso y no resulta claro si deben administrarse a las victimas o a los mismos delincuentes. En un sentido figurado vacunar a los ladrones es aplicarles el peso de la ley.
El Juez Raúl Lopez homologó hoy un juicio abreviado donde un chango del San Antonio, Fabricio Fernando Churquina , desocupado de 24 años, accedía a una condena de dos años de cárcel por un robo de Septiembre del 2019.
Cerca de su casa en el pasaje Sargento Cabral había entrado a un negocio boqueteando un portón para llevarse tarjetas de teléfono y dos mil cuatrocientos pesos de la caja. Robo con efracción le pusieron, calificado porque andaba con un menor de 15.
Arrastraba otra condena de dos años en suspenso del 2017 cuando se mandó un raid con pistola y cuchillo intentando asaltar a tres personas en el barrio.
Sumadas la vieja sanción y la nueva la pena unificada quedó en cuatro años a la sombra. “Dos más dos cuatro” le explicó el Juez a través de una pantalla. Con la aplicación de la segunda dosis ya estaría inmunizado para futuros rebrotes.