“Debió sorprender mi mueca de extravío, mis músculos en tensión, listos para saltar…”
Jaque mate en dos jugadas      W. I. Eisen
El anecdotario de la inseguridad en Orán ocuparía varios tomos si es que a alguien se le ocurriera hacerlo literatura. La colección debería ser actualizada cada veinticuatro horas con una cantidad variable de historias. La categoría delitos contra la propiedad supondría un copioso material.

Incluiría el del hombre que la madrugada del cinco de agosto del año pasado salió en su bici hacia la ruta 50 por el San Expedito para ser abordado por un truhán encapuchado que le puso un cuchillo al cuello y lo dejó a gamba. Con las primeras luces la Policía pilló a pocas cuadras montado en la bicicleta robada al entonces menor (hoy mayor) Cristian Raúl Julián Rivero (18) que ante el Juez se declaró adicto a la pasta base merca y porro (SIC) y a su compañera Tamara Cristina Flores.

Los dos llegaron a Juicio acusados de robo a mano armada con audiencias que se extendieron del lunes 17 al martes 25 de octubre.

“Yo estaba con él pero no sabía que lo iba a robar al hombre, no sabia que tenía cuchillo” dijo la chica. A ella la absolvieron.

A Rivero lo declararon responsable y la pena se la impondrá un Juez de menores. No salió en libertad porque tiene preventiva en otra causa de robo calificado que se mandó con 18 cumplidos.