“Y está ahí, en el limón perfecto, la poesía como un arma cargada de historias…”
Elogio del limón triste Emilio Calvo de Mora
-Hoy vamos a hablar de naranjeros y limoneros- bien podría ser la presentación de una clase de ciencias naturales antes que de una actividad criminal. Podríamos referir bellos pájaros, árboles frutales, ignorando el mote con el que en varias provincias se nombra a los ladrones de cítricos.
Los que se meten en las plantaciones con las penas que son de ellos y los limones que son ajenos cosechados para ser importados en bolsas de alpillera a vea que precio la docena doña.
En Julio del 2018 en la Finca Pedroza de Urundel el dueño vio subido a un árbol de limones a un chango que llenaba su mochila con las frutas que dicen son originarias del Himalaya y que los árabes introdujeron en Europa en el Siglo XIII no le podemos decir exactamente el día pero si que el cosechador clandestino se estaba haciendo el día con los limones de Pedroza.
El encargado logró reducirlo luego de esquivar un puntazo con un tramontina sin mango que el limonero sacó de entre sus ropas. La Policía lo cargó en la tranquera de ingreso. Se trataba de un reconocido expoliador de cítricos de nombre Leonardo Daniel Machuca de 19 años, vecino de pueblo, que fue encausado por robo calificado por uso de arma en grado de tentativa. Secuestraron el cuchillo y los limones.
Lo excarcelaron. Este Viernes 20 de Septiembre debía presentarse a Juicio oral y público en la Sala I. Ya se había suspendido en Junio porque llegó tarde. Ahora no apareció.
Lo habían detenido la semana pasada en Urundel por una rebeldía que ya no tenía vigencia. Ahora la nueva rebeldía si tiene vigencia. Se ordenó su inmediata detención.