“Se espantaron porque creyeron que estaba loco…”
El jorobadito Roberto Arlt
A la Comisaría 24 de Los Lapachos le tocó actuar en un caso policial que derivó en un caso médico, o psiquiátrico. A mediados de la semana pasada se alertó sobre la rotura de los vidrios de un auto estacionado en el barrio 20 de Febrero.
En el lugar culpaban a un vecino de 21 años que padece esquizofrenia sumido en un brote psicótico. Está “loco e incontrolable” describían sus familiares. Hubo una orden judicial de llevarlo al San Vicente de Paul para que sea tratado de acuerdo a la ley de salud mental.
A falta de especialista solo podían hacerle un examen físico. Tampoco podían internarlo en ese estado de violencia desatada por la falta de personal, una gran proporción afectado a la pandemia. Después de varias idas y vueltas la fiscal de turno le devolvía el carácter criminal al caso. Si el hospital no daba solución deberían arrestar al médico de guardia bajo cargos de abandono de persona e incumplimiento de deberes de funcionario público.
Con toda suerte privó la cordura. El chango quedó en observación con un efectivo de consigna y a la madrugada lo derivaron al hospital de salud mental Miguel Ragone de Salta. Meter preso al médico hubiera sido muy loco.