“Ahora que sabía bien a bien que lo iban a matar, le habían entrado unas ganas tan grandes de vivir como sólo las puede sentir un recién resucitado…”
¡DILES QUE NO ME MATEN!       Juan Rulfo

El lejano oeste en Orán queda a la vuelta de la esquina. Los entripados violentos no son llamativos, son sintomáticos, en una ciudad frontera del narcotráfico y del contrabando. Los capangas de la droga imponen sus leyes con la mano de obra desocupada de los malandrajes orilleros. Amenazando matar más gente que el coronavirus y el dengue juntos si se meten con ellos.
El 27 de Marzo le robaban a un panadero apodado Oreja (41) de los fondos de la Pueyrredón, un tipo que pasó de rancho de madera a doble piso y yacuzzi con una causa federal cuando lo detuvieron en Santiago del Estero en el 2017 con dos millones ciento cincuenta mil pesos en efectivo junto a una compañera con ciento cuarenta mil dólares.

Unos escaladores de tapia le sacaban ahora otros fajos de verdes en apariencia cuarenta y tantos mil injustificables ya que no se hizo denuncia sino muchos días después cuando las victimas de su justicia por mano propia lo denunciaron.

En pleno aislamiento armó una banda para recuperar la plata acusando a un tal “Amigacho” que dejaron sordo a tiros llevaron a su hotel La Diabla donde luego de apagarle varios cigarrillos de marihuana en el cuerpo, golpearlo con una maza y un fierro hasta desmayarlo, lo largaron con el plazo perentorio de aparecen los dólares en 24 horas o sos boleta. Maximiliano Amigacho Diaz (20) terminó internado en el hospital. No era el único apretado. El verdadero ladrón un pipero apodado “Barni” había vendido unos miles de dólares en dos negocios que fueron visitados por Oreja y su banda ora en motos ora en camioneta con pistolas y escopetas aterradoras.

Los compradores entregaron los dólares en la Brigada muertos de miedo. Habían prometido matarlos a todos y eran gente de temer. Armando Barni Juarez (20) también denunciaba que lo habían ubicado golpeado y amenazado.
La Brigada allanaba y detenía cinco personas. Buscaban un taladro porque a Diaz se lo habían pasado con una mecha rotopercutora como para agujerearle la cara igual que los sicarios mafiosos en las películas.

Sorprendió la detención del municipal Gabriel Caro (44) alias Gabi Caro encargado o concesionario del matadero municipal junto a César Oreja Martinez completando la banda Ramón Pipo Diaz (25), Sergio Bebe Diaz (29) más el conocido “Tronco” Daniel Lamas (38) acusados de privación ilegítima de la libertad, lesiones, coacción agravada, violación de domicilio calificado, violación de las medidas sanitarias y tenencia ilegítima de arma de fuego.
Ya preso Martinez culpó a la Brigada de pedirle una cometa para recuperarle los dólares cuyo monto se habría indexado a cien mil!!.

Cualquier parecido con El Irlandés de Martin Scorsese es pura coincidencia.