“Estaba llorando, ruidosamente, como lloran los niños…”
Las dos partes implicadas J. D. Salinger
Una niña de siete añitos se está lavando los dientes en el baño cuando aparece el marido de la abuela, su abuelastro, y la manosea en la zona genital. Ya lo ha hecho otras veces. No le hace doler, solo la toca. Corre Enero del 2019. Hastiada la nena le cuenta a su mamá. Estamos en un barrio populoso de Colonia Santa Rosa.
El hombre tiene 65 años oriundo de Santa Victoria oeste. Denunciado, pasa dos meses en la cárcel acusado de abuso sexual simple a menor de 13 años un número indeterminado de veces. En Cámara Gesell su nietastra ha contado todo.
Hoy, a dos años y cinco meses del hecho, define su situación procesal con un juicio abreviado.
En la Sala I defendido por el abogado Marcelo Milanesi acepta la pena de un año y medio de prisión en suspenso y además pagar un resarcimiento de quince mil pesos en tres cuotas de cinco mil a la madre de la victima. En la audiencia se hizo efectiva la primera cuota.