“Simón quiere acordarse la cara, los gestos y sólo puede acordarse de ella en cuatro, de espaldas en su cama, con la bombacha puesta…”
La disolución Diego Erlan

En la época del desparpajo sexual, de la libertad individual que yo hago lo que se me da la gana y con quien quiero, de rotura de cadenas, de extinción de viejos prejuicios, de la agonía del matrimonio y de vivir atado a nadie que si uno me gusta voy y me lo trinco y el mundo hecho de culos y tetas en la tele, en el Face, en la propagandas de la despensas y no ya como era antes que para ver una mina en bolas o un Luciano Castro en toda su plenitud peneal era que ibas a una gomería o a un taller mecánico no como ahora con ofertas de 24 horas y multiformato de gozar y nada más sin ataduras.

Así como estamos una chica de 19 años pongamosle MR del 9 de Julio fue a visitar a su novio del Taranto, digamos LRM de 18, a la hora de la siesta y me quiero morir y que me pise un diablero con buey y todo que lo encontró en la cama con una puta de mierda (siempre se cataloga así a las encontradas en el lecho con nuestro novio, marido o amante) y se puso loca y armó un escándalo que el tipo le pegó un par de piñas y recibió no sé cuantas puñaladas en la espalda que fue operado de urgencia en el hospital con 60 días de tiempo de curación mientras que a la engañada le diagnosticaron nariz quebrada y 30 días de reposo.

En realidad no los tendrá porque está detenida por tentativa de homicidio e, inventamos nosotros visto que el magnífico servicio de Justicia que disfrutamos inventa a gusto y placer, con el atenuante de los cuernos in fraganti y dejando de lado que la victima le rompió la trucha de un trompazo.

Era de la vieja guardia la chica.