“Un borracho estuvo a punto de tropezar conmigo, y luego desapareció. Durante algún tiempo seguí oyendo su paso desigual y sonoro…”
La noche Guy de Maupassant
No fue Rómulo que mató a su hermano Remo, no fue Eteocles eliminando a su hermano Polinices por el trono de Tebas, fue anoche en el paraje El Arazay de Los Toldos nombre que quizá venga de un arbusto originario de una comunidad originaria que no fue contado ni por Esquilo, ni por Virgilio, ni por Homero sino por un vecino que a las cinco de la mañana se presentó en la Subcomisaria pidiendo ayuda a nombre de doña Cándida Torres cuyos hijos se habían apuñalado.
Al llegar la Policía Federico Alfredo Ruiz (35) estaba muerto. La pelea había sido con sus hermanos Santiago Alejandro Ruiz y Guillermo Ruiz (40) que era el autor del homicidio.
Venían tomando de largo y alguna chispa encendió un odio colosal de hermano contra hermano. Arturo Ruiz el cuarto hermano contó que al levantarse vió a Santiago lavandose en el caño de agua una herida en canal que le abrió desde el codo hasta la mano y vió a un costado inerte sobre un charco de sangre a Federico. No tenemos resultado de autopsia.
La gente de homicidios tiene a su cargo las actuaciones. “Tomaban mucho” dicen. Y ya se sabe que las tragedias y el alcohol van de la mano.