“Reían al unísono, pero adivinábase que los apartaba un rencor latente…”
Historia de la felicidad Julio Ellena de la Sota
Las madrugadas de domingo entrañan peligro. Los changos se ponen a tomar y en las ranchadas siempre hay algún violento sulfurado que por alguna idiotez saca su cuchillo.
Los vecinos de la escuela 9 de Julio protestan que el predio donde está la escuela se ha convertido en una juntadera de chupines faloperos y prontuariados. Dicen que el riesgo es permanente. Cuentan del que se salvó del machetazo, del que le tajearon la espalda y así.
Ponen el foco en los asientos de una cancha de basquet en apariencia abandonada límite del barrio con el 17 de Octubre y en el espacio verde detrás de la escuela accesible por las alambradas rotas. De allí vieron salir herido de cuchillo a José Galarza (26) que cayó a media cuadra de su casa sobre la Alvear.
Lo corría un personaje que marcan muy conflictivo salido hace poco de la cárcel apodado “Tortita”. La gente de homicidios trabaja en el sector. De la victima, aseguran, era un buen chango. Al tal Tortita lo están buscando.