Julio se iba a ir con la misma desatada violenta animalidad (esto en relación con los animales de nuestra especie los vertebrados superiores) con la que había llegado. En la sala de Cirugía del hospital había cuatro acuchillados con cables, canutos y bolsas de suero, convalecientes. Dos de la Colonia y dos de Orán. Hablamos el Sábado 28 con Victor Hugo H de 24 años con domicilio en los asentamientos 6 de Enero entrado con evisceración traumática (intestinos afuera) y operado de urgencia el 23. Igual que todos sus colegas internados su agresión no se debía a un ataque de ladrones, no era una víctima de la inseguridad, sino de la mala suerte. Estaba sentado y vino uno que conocía del fútbol y lo abrió por la panza con un cuchillo. ¿Habían peleado?. ¿Te tenía bronca?. ¿Envidia?, que se yo. No nada, apenas lo conocía afirmó. ¿Así por nada y de la nada?. Ninguno quiso intervención policial.
Ya Domingo a la noche dos personas tiroteadas con escopeta ingresaban en la Guardia. Los habían agredido desde un auto en El Milagro. Eran apellidos Laime y Felipe. Su amigo el Mataco Ale era el blanco de los que dispararon. Temprano les había roto el parabrisas porque no le quisieron dar plata. La habían ligado de arribeño. Nombraban al Enzo Castedo, un apellido con sonoridad narco que andaba en su Volswagen gris con el “Rengo” (usa muletas) Lucas Germán Abrigo. con el “Gordo Echi” Ezequiel Romero y con otro de apellido Aguero, hermano de una Policía. Antes de los escopetazos Castedo había pasado por la hermana de Ale con la promesa que lo iba a cagar matando. La presunción investigativa es que disparó Romero con el arma que Castedo buscó de su arriendo recibiendo un pago por ese trabajo sucio. El cuarteto está detenido en la AP 2325 de la Comisaría 20 bajo el cargo de homicidio calificado por uso de arma en grado de tentativa.
Las teorías sobre la violencia humana pueden dividirse en tres grandes ideas (que a su vez se ramifican).
SOMOS BUENOS y aprendemos a ser malos cuando en nuestro entorno social nos festejan lo “machos” o lo “valientes” que somos si reventamos a otro, aprendemos a considerarlo bueno.
SOMOS MALOS y ejercemos eso que está en nuestra naturaleza.
Los primeros se preguntan por qué hay violencia o delito y los segundos por qué no hay más violencia si es una potencia natural.
La tercera teoría explica la violencia como la respuesta a una frustración. Una reacción a una situación, a un acorralamiento. Allí funciona lo marginal, la pobreza, la droga y toda la gama de problemas sociales y también personales. Sea por una cosa o por la otra igual que la plata llama a la plata la violencia llama a la violencia.
“…Apuntó el revólver hacia arriba y disparó dos veces. El hombre se detuvo, y cayó de rodillas, pero antes de caer pulsó un botón rojo en la pared. Una sirena comenzó a aullar, ruidosa y claramente…”
El asesino Stephen King
El “Paka” Ricardo Angel Palacios (25) trabajaba en una verdulería ampliada frente al Huerto. Vivía en los asentamientos Kirchner. Había estado preso en el 2017 acusado de pegarle un machetazo en la cabeza a un vecino de nombre Facundo Segundo (18) en una chupa callejera a una cuadra del Penal. Le secuestraron el arma ensangrentada y en la AP 238/17 quedó acusado de lesiones con arma blanca. Recuperado de ese desliz violento el destino pondría a prueba su autocontrol la madrugada del 31 de Julio cuando en la oscuridad tenebrosa de la Mendoza y Pasaje Lucardi unos piperos de esquina le salieron al cruce como siempre que visitaba su novia a media cuadra. Era que la chica tuvo un hijo y luego dejó a uno de la barra por el verdulero. Le tenían bronca. Uno, apodado “Garequita” de nombre Rafael Gareca (21), tenido en el peor de los conceptos por los vecinos con los que hablamos, esa noche lo espero detrás de un árbol por la Mendoza y al pasar en su moto lo bajó de un piedrazo, al acercarse a rematarlo con otro cascote, fue que la victima se transformó en victimario sacando un 22 y pegándole dos tiros en la cabeza, delante y atrás. Los compañeros del muerto sostienen la versión que Palacios se les fue encima con la moto y fusiló a Garequita. La Fiscalía del GAP en el expediente 59144 por homicidio calificado deberá cotejar los testimonios.
No le juega a favor a Palacios que lo agarraran viajando a Formosa por la 81 en un Gauchito Gil a unos 10 kilómetros de Morillo junto a familiares. Ellos dicen que el viaje lo tenían previsto y que Paka no les contó nada aunque les haya parecido raro que anduviera encapuchado. La Policía piensa que huía. Su antecedente de violencia tampoco lo ayuda. Por lo que sabemos peleará una legítima defensa. Declaró en Tartagal y gestionan traerlo a Orán a cuya Justicia, por jurisdicción, le corresponde actuar. El arma no fue hallada.