“Jurará ante un crucifijo matarme como a un perro, donde me encuentre…”
Noche terrible Roberto Arlt
La muerte el martes, tras una larga agonía hospitalaria, de Alejandro Avandillo (30) el chango de Caballito baleado en la cabeza, dio nuevo impulso a la causa en Graves atentados.
Un dato de autopsia redibujaba el hecho no como un accidente sino como una ejecución. El proyectil no entró por la nuca y salió por adelante sino exactamente al revés. Y de arriba abajo. Alguien le descerrajó el tiro estando el chico hipotéticamente arrodillado.
El único detenido, Cachito Lami, había hablado que dentro de un auto se les había escapado un tiro. No podía ser.
Ayer viernes se realizaron cuatro allanamientos buscando a un tal “Chino”, el que junto con Lami dejaron a la victima en el hospital.
En el Kirchner detuvieron a Javier Antonio “Chino” Romero (21), hermano del asesino prófugo Cristian “Gringo” Palavecino (35) de la narcobanda del Coya Rojas.
Suponemos será el segundo imputado en el homicidio.