“Me llevaron encapuchado como si estuvieran tratando con el criminal más peligroso de la historia de la humanidad. Entre aturdido y adolorido, por la extraña contorsión que me hicieron hacer para colocarme las esposas, ya no tenía fuerzas para resistirme. Encima, al mínimo quejido, un grandote con cara de gorila, me descargaba, casi de forma sistemática, un codazo en las costillas…”
Desafiar al destino Abraham Saul
El tema de los abusos policiales está en carne viva. Los cuatro chicos de San Miguel del Monte muertos tras ser perseguidos y tiroteados por una patrulla satura los medios.
De algún modo en nuestra lejana Orán repercutía en un Juicio desarrollado entre el 23 y 27 de Mayo en la Sala I donde tres changos llegaban (en libertad) acusados de resistencia a la autoridad agravada por la participación de un menor. En su alegato el defensor Enzo Gianotti presentaba el caso como uno más de abuso de poder de la Fuerza que había dibujado la resistencia para tapar la cagada que les habían dado.
Planteaba el descontrol que reina entre los azules desaparecida la Fiscalía de causas policiales y penitenciarias.
Gabriel Dario Suarez (19), Juan Ronaldo Guzmán (20), más el menor, todos de barrio aeroparque, fueron absueltos. Los acusaban de haber apedreado un móvil policial cerca del centro de salud el 18 de Mayo del 2018.
Lo curioso es que el más chico era hijo y hermano de policías, siendo el más agresivo. “A mí no me van a tocar tengo familia policía, vengan de a uno los vamos a hacer mierda”. Tras la refriega salió con un golpe sangrante en la cabeza, que, informaron, se hizo solo contra un enrejillado. “Eh pará ese de nuestra gran familia policial”, Uh si tenes razón, lo denunciemos.