“Mi esposo, como es debido cuando uno es mal casada, bebe…”
El anillo Elena Garro
Con el mundo judicializado y la criminalización de las relaciones conyugales los eternos cortocircuitos matrimoniales se interpretan delitos espantosos que no tienen vuelta atrás. Las familias estallan y nadie gana. Todos lloran. Todos sufren.
En ese sentido se condenó el viernes a un carnicero de 53 años con negocio en barrio Caballito a ocho años de prisión por haber abusado sexualmente de la mujer con la que convivió veinte años y tuvo seis hijos.
La mitad de la prole estaba a favor de su inocencia y la otra aceptaba que alcoholizado era capaz de cualquier cosa.
Fue detenido el 3 de octubre del 2021.
Habían discutido feo en medio de un naufragio de amor que venía de mal en peor y ella dijo que le pegó y la violó. Las lesiones se confirmaron.
El abogado Santiago Savoy, defensor del hombre, pidió le dieran dos años condicional por lesiones leves y desobediencia judicial. Tenía una perimetral que en realidad no podía cumplir ya que su negocio era parte de la casa de la mujer. La violación más privación ilegítima de la libertad completaban los cargos.
La sentencia se vio venir.