“Los muchachos se alejaron satisfechos de su venganza, riendo…”
El ají Alvaro Yunque
Un conflicto familiar disparado por el fin de una relación sentimental fue subiendo peligrosamente de tono desde que una furiosa pelea entre mujeres en la cancha del barrio chatarrero abrió las hostilidades el 19 del mes.
Son gente que trabaja en el negocio de la frontera, que anda en autos y camionetas y maneja armas.
Hay denuncias cruzadas en la Justicia y batallas campales de arreglos de cuentas en las 266 viviendas con parabrisas rotos a balazos, caras machucadas e inflamadas y amenazas de cagarse matando.
Ambos bandos se victimizan y exigen que la ley se ponga de su lado.