“-¿De qué se ríe usted?
-Me río porque he tocado el revólver que traje para defenderme de usted…”
Los lanzallamas Roberto Arlt

En los últimos tiempos la historia del tipo, de la mujer, de la mina, del niño, del ser humano en general, que deja su moto en la calle sale del lugar donde haya ido y encuentra solo el recuerdo de la moto, es figurita repetida.

Esa moto que minutos atrás era tuya y ahora es de nadie o más bien del hijo de mil putas que me la choreó y que cuando lo agarré no le van a quedar ganas de robar ni pan duro de la cagada que le voy a dar es el discurso justiciero prototípico antes de caer en una melancolía motociclística que los policías suelen reconocer cuando entramos acongojados a la Comisaría.

La noche del 1 de Junio del 2018 un chica estacionó su Corven 110 flamante en el Loteo Reyes, ahora Barrio El Milagro, de Colonia Santa Rosa. Tomó nota de un malandra del Jesuitas que conocía por “Bebe” mirando a unos cincuenta metros. Al rato no estaba ni la moto ni el Bebe.

Diez días después la Policía fue a lo de Nestor Rubén Velazquez (23) alias Bebe que los recibió tumbera en mano con una bala lista a percutar. La moto no estaba, los vecinos contaban la historia de los cien años de perdón a los chorizos que le habían gateado la moto al Bebe cuando la venía arrastrando del loteo Reyes. La secuestraban en un taller cercano.

El Miércoles 30 de Octubre a la hora no habitual de la seis de la tarde la Sala I a cargo de Edgardo Laurenci había ordenado que trajeran conducido a Velazquez remiso a presentarse de motus propio. En el expediente 58486/18 venía acusado de hurto (moto) y portación ilegal de arma de fuego (tumbera). Las partes ahorraron tiempo y arreglaron un abreviado por hurto calificado (vehículo dejado en la vía pública) a un año de prisión condicional. “Estaba ebrio por eso robé la moto” confesó el imputado.

Lo de la tenencia no corrió porque las tumberas no figuran como armas de fuego y no existe la posibilidad de una portación legal como cualquier pistola. Atención señores legisladores hay un agujero en la legislación, es de tumbera. No se la devolvieron, eso sí.
¿Qué? ¿Nunca te chorearon la moto?. Se ve que no sos de acá.