“…Mientras fumo,
mi vida no consumo
porque flotando el humo
me suelo adormecer…”
Fumando espero Juan Viladomat Masanas Félix Garzo
En materia penal la feria tribunalicia no dilató aquellos juicios que podía resolver el Juez de feria en forma unipersonal. En la Sala I entraron a debate dos causas por venta de marihuana.
El 24 de Enero del año pasado en la Rivadavia banda sur de nuestro chaco salteño detenían a Jairo Jonathan Sanchez (23), quien, según la Policía estaba transando yerba del mal palo entre los asistentes a un partido de fútbol de veteranos.
Le secuestraron ochenta gramos que es un toquito. El 7 del mes arregló un abreviado por un año y seis meses en suspenso culpable de tenencia simple y se fue a su casa con la recomendación de no drogarse al menos por dos años amén de oblar 500 pesos de multa.
Igual final tuvo el juicio contra Miguel Constantino Peracchi (24) de la Colonia al día siguiente. Estaba acusado de vender pasto seco aún cuando juraba “nunca vendí droga”.
Aceptaba que era adicto a la marihuana, igual que su hermano y su primo. Una tía al borde de las lágrimas lo dijo bajo juramento de decir verdad “todos consumen”. Lo de la comercialización, decía, se lo había dibujado la Policía porque no les quiso dar los diez mil pesos que pedían para cerrar el asunto. Le secuestraron un ladrillo de picadura (más rivotril y pasta base).
Le dieron tres años en suspenso con reglas de conducta por tenencia simple. El chango tiene mujer e hijos y toda la familia festejó la sentencia.
La Fiscal Sofía Fuentes había pedido cinco años de prisión efectiva y su defensora Soledad Rallé la absolución. Fumar es malo para la salud.