El Cuco era un espanto de niños hasta la hipermodernidad. Ahora si le decís a un chico que tome la sopa sino va a venir el cuco te denuncia a la Policía por violencia familiar. Antes los padres utilizaban métodos coercitivos contundentes. Con la sola mención de Cuco te empezaban a castañetear los dientes de miedo y hasta eras capaz de tomarte la sopa más un bife de hígado o una tira de mondongo. No sabías que cosa era el Cuco, una especie de monstruo, de hombre de la bolsa, nunca se supo con certeza. Integraba el panel de seres aterradores de entrecasa. El diablo, ponele, estaba más lejos. El Cuco acechaba.

A esta altura del relato hemos de decir que el Cuco anda suelto. Se trata no del espantaniños sino de Luis Alberto Sebastian Ovando (29) alias “Cuco” de las Palmeras de la Colonia que se escapó de la cárcel de la Comisaría de Embarcación hace horas nomas. Está acusado de dos robos con arma en esa localidad y en la suya.

Hace poco contábamos la confesión de uno de su banda. Tramitaba la posibilidad de un abreviado en jurisdicción de Tartagal para luego ser juzgado en Orán. No sabemos cómo se fugó. Comentan que por un descuido al sacarle fichas dactilares.

Lo que si no invoques al Cuco que te puede aparecer uno de carne y hueso.