“Estás sobreviviendo, manteniéndote vivo
Siente como se rompe la ciudad y todo el mundo se sacude,
permaneciendo vivo, permaneciendo vivo
Ah, ha, ha, ha, Manteniéndote vivo, manteniéndote vivo
Ah, ha, ha, ha, Manteniéndote vivo…”
Stayin’ Alive Bee Gees (Fiebre de una Sábado a la noche)
La fiebre del Sábado a la noche en Orán repercute desde temprano en la Guardia del Hospital. No hace falta ser el clarividente escocés Brahan que en el siglo XVII predecía el futuro en un idioma que nadie entendía (así somos todos infalibles, lo que pasa que no entendiste, yo lo dije clarito) para un alerta general el fin de semana. Las machas, las drogas, la melancolía, el aburrimiento, las endorfinas desatadas y la adrenalina guiando los cerebros no tienen buen pronóstico. Hay bajas. Pueden tomarse espejos de problemas sociales graves.
A las nueve y cuarto de la noche ingresaba por sus propios medios Nahuel un chico de Caballito de 16 años. Tenía una herida de cuchillo que hubo que pasarlo urgente e quirófano. Había salido de su casa a comprar y dos tipos lo interceptaron que les diera la remera. Negarse fue recibir un puntazo y el bardo de “¡ahora si andáte!. PUDO PERDER LA VIDA POR NO ENTREGAR LA REMERA.
Más tarde traían de Estación una chica con todos los brazos cortajeados. Un DRAMA REPETIDO EN ADOLESCENTES que asola detrás de las selfies de caritas felices del Face.
A las siete y media del Domingo llegaba una ambulancia de Tartagal con un chico eviscerado con arma blanca en código rojo. Ricardo Camargo (24) nos pudo contar gracias a los cirujanos estupendos del San Vicente de Paul que en Tartagal no había médicos por eso lo mandaron.
Las malas lenguas murmuran que se lo sacaron de encima porque pensaron que se moría. QUE SE MUERA EN ORÁN. CÓMO SI NO TUVIÉRAMOS SUFICIENTE SOLOS. Un ex novio de la hermana que seguía molestando y él quiso correr, le abrió el tórax de derecha a izquierda y de arriba a abajo que le quedaron las viseras al aire.
A las dos horas llegaba de barrio San Antonio un hombre de 30 años con un tajo profundo en el codo y seis superficiales en el omóplato. Se identificó Angel Lizárraga.
Media Policía estaba en el lugar del pasaje Sargento Cabral donde lo habían herido. Ya tenían detenido al supuesto agresor, era uno de una patota que lo atacó a la noche y que a la mañana pudo agarrar sin sus compinches.
Parte diario del puesto Policial : TODO TRANQUI CUATRO INTERNADOS POR HERIDAS DE ARMA BLANCA. Tomado, tomado.