“Los médicos querían que durmiera. Mi mente estaba fresca aunque el cerebro fuera usado; si la cabeza tenía algún historial, había sido borrado…”
Los cuerpos del verano Martín Castagnet
Los familiares y amigos que en cada visita le llevan droga a los presos no lo hacen para hacerles un mal. Las sustancias, entienden, funcionan como fármacos y les permiten dormir, cosa que, encerrado, no debe ser fácil. Las drogas hoy prohibidas se vendían hasta la tercera década del siglo XX en las farmacias y droguerías. El principal y más peligroso de los psicoactivos es el legalizado alcohol que entra en la bolsa y no está permitido tras las muros. Tampoco el alplax o el rivotril, el clonazepam o cualquier otro ansiolítico sin receta cuyos efectos según alguna vez escuchamos de un psiquiatra amigo “hace que todo te importe un carajo” ideal para la neurosis de un presidiario.
Lo mismo fumarse un porrito. Los dolores y la culpas se diluyen y uno duerme como un lirón tirado en el piso con las patas hediondas de tu compañero acomodadas en tu cara y sus dedos cubiertos de costra negra embocados en tu nariz. Soñas que estas en Las Palmas de la gran Canaria respirando uno de los aires más puros del mundo. Por fin que no puedas dormir es una tortura que los chinos llamaron por “privación de sueño”. Lo que hacen los que llevan droga es liberarlos de esa tortura que viene en combo con el encierro.
Las bautizadas “drogas peligrosas” son regalos de navidad en cada visita. Sea en las comisarías, en los penales o en el sitio de detención que fuere bajo las modalidades más diversas.
El 5 de Febrero del 2018 una Tarijeña con domicilio en el asentamiento Francini se presentó en el Escuadrón 20 de Gendarmería para dejarle a un tal Jonhy Corso Martinez una mochila con ropa. Nada de doble fondo de potes de helado, de metidos dentro de panes o jabones, de paquete de yerba mate con “refuerzo”, no, en el bolsillo de un joggins iban dos gramos de picadura de cannabis (2.07 gr). Venga para acá. A Liliana Nimia Jerez Galean (31) la detuvieron con una causa penal que se definió SUMINISTRO DE ESTUPEFACIENTES A TÍTULO GRATUITO AGRAVADO POR OCURRIR EN UN LUGAR DE DETENCIÓN EN GRADO DE TENTATIVA. La mujer fue excarcelada, no tenía antecedentes.
Éste 3 de Abril debía presentarse al Juicio en la Sala I de Orán, Causa 58041/18. Bueno, no fué, no vino, no asistió y encima llegaron tarde la fiscal y su defensora. Se suspendió. Podrían declarar su rebeldía y ordenar su inmediata detención. En el domicilio de Pichanal no la encontraron. Estará en San Josecito de Tarija su pueblo natal.
Por dos gramos que sirven, según el foro de la página La Marihuana.com, para tres gordos porros o cuatro más esmirriados, mirá en el kilombo que se metió. Están caros los cigarros.