Las estrategias para plantarle cara al motochorrismo terminal que padecemos contempla el control vehicular y la detección y captura de los delincuentes. Todas las semanas hay un toma y daca en redes y medios de motos robadas y recuperadas.

Motorizados y Brigada publicitan sus logros y los despojados postean su desconsuelo.

De los últimos allanamientos en busca de motos perdidas diez personas quedaron imputadas. Los unos como ladrones, los otros como asaltantes, con secuestro variado.

En su reporte semanal los motoristas consignaron la rutina de sacar de circulación rodados con los números limados y/o productos de robos y hurtos.

Pararon un chico de 16 años que iba en una Mondial a los santos pedos por el centro. Saltó que era robada en octubre del 2017. Más vale tarde que nunca.