“Desplegué todas las posibilidades del pecado, hasta agotarlas…”
La anunciación al traidor       Marco Denevi
La historia es muy difícil de digerir. Está plasmada en la requisitoria de un Juicio que comenzó ayer Lunes 19 de Julio en la Sala I iniciando la segunda semana de feria judicial. El acusado es un hombre de 65 años, enfermero y mecánico de Rivadavia banda sur que fue denunciado en Agosto del 2018 por sus hijas.

Siendo ya grandes supieron que las maniobras sexuales a las que las sometía de niñas no eran una cosa normal como él decía sino delitos aberrantes contra su integridad.

No era amor de padre que se masturbara delante de ellas, ni que las manoseara, ni que intentara penetrarlas con siete añitos, ni que las hiciera ver películas pornográficas a la edad de las muñecas, no eran juegos “divertidos” como él decía, sino actos pervertidos.

Y tampoco era una enseñanza de vida que nunca se debían dejar tocar el cuerpo por nadie que no fuera él sino los celos enfermos de un pedófilo incestuoso. A dos hijas les hizo lo mismo. En un caso por el tiempo transcurrido el delito estaba prescripto, en el otro los tiempos dieron para juzgarlo.

Tiene, además, una segunda causa de una amiguita de las nenas a la que le hizo lo mismo. Los cargos son abuso sexual con acceso carnal, gravemente ultrajante y promoción de la corrupción de menores todos calificados por vínculo, guarda y convivencia.

En la primera audiencia declaró la madre de las victimas y una de ellas vía remota. “A los cinco o seis años empezó todo…nos lo hacía ver como un juego” dijo preludiando el infierno vivido en su infancia.