“Ellos creen que no pensamos, pero se equivocan. Bastaría que vieran nuestra uñas rotas de escarbar la tierra, nuestra mirada agria e intolerante, nuestra rabia; bastaría eso para que al fin se dieran cuenta de que también sabemos preguntarnos por qué la victoria ha de ser suya…”
Los bárbaros    Pedro Ugarte

No hace falta ser doctor en sociología pero si un buen observador para apreciar las precarias condiciones laborales históricas en las fincas de Orán, con honrosas excepciones. De a poco la explotación va cediendo. Venimos de épocas de señores de látigo y revolver con una servidumbre de changueros bolivianos que al primero que se rebelaba le metían una bala y lo tiraban al río. Teniéndolos secuestrados en chozas inmundas e infectadas y obligados a comprar a precio oro en el almacén del patrón. Sin derecho a infancia, a futuro o a respeto. Eso es inconcebible hoy. No es que no suceda, es que la mayoría estamos de acuerdo que está mal. Dinosaurios siempre habrá.

Ver rancheríos o conventillos de piezas sin ventanas y gente trabajando al sol o en tareas insalubres sin la adecuada protección, baños comunes llenos de moscas, o yuyos al fondo a la izquierda, gente transportada como ganado, menores e ilegales en las plantaciones, jornales mínimos, no te para los pelos. Es lo que siempre fue. Un paisaje común en un alto porcentaje de las plantaciones. La AFIP puso el ojo en una en la ruta 34 vieja llamada Frutihortícola Las Marías a la que controló en Abril. Le dicen finca Gimenez. Es gente de Orán. Hacen pimiento y tomate. Había 15 changueros que no estaban en el libro, eran de Pichanal y Morillo. Consideraron su situación tan paupérrima que denunciaron a la firma ante el Juzgado Federal por trata de personas con fines de explotación laboral. Trabajo esclavo, en otras palabras. Considerando que los laburantes sufren de extrema pobreza y por eso aceptan cualquier cosa. Un chequeo de gendarmería en Mayo confirmó esta versión. En Octubre salió el pedido de allanamiento de la Fiscalía federal.

El 30 se llevó a cabo mediante una fuerza de tareas con drones sobrevolando y una fila de móviles que parecía iban a invadir Bolivia y derrocar al Evo que no tuvo que bombardear la tranquera porque estaba abierta y entraron a todo bombo contra 23 changueros que los miraban impávidos y asustados. Venía personal de la Unidad Investigaciones y procedimientos judiciales Orán de la GN con las asistentes sociales de la oficina de rescate de victimas y acompañamiento de victimas damnificadas por el delito de Trata de personas del ministerio de gobierno derechos humanos y justicia de Salta que vieron una chica con un niño y ahí nomas la rescataron, presunta victima, presunta victima, cambio, sordas a que le estaba cocinando al marido que si trabaja y está en los libros.

Sacaron fotos que son el carnet de todas las fincas, no sacaron de los baños nuevos, ni de las mejoras, usted callesé la boca que semejante operativo y la guita que cuesta no vamos a venir al cuete. Detuvieron incomunicados a una de las dueñas de 27 años, estudiante de agronomía en la Unsa, al capataz de 49 apodado “Luján” y al peón que hace las planillas, un hombre de 40 años que vive en la Misión San Francisco de Pichanal con nueve hijos en casa de piso de tierra, convertido por obra y gracia de una vara mágica, de explotado en explotador que reduce a servidumbre a la gente. Estuvieron presos hasta el 5. Salieron y entraron el ayudante del capataz y el Ingeniero agrónomo, marido de una de las dueñas. Casi lo meten la bolsa al abogado de la firma Santiago Savoy que se presentó en medio del procedimiento. Un exceso.

Señor Juez encontramos pobres. ¡Pobres! no puede ser, verifique bien, tiene que haber un error en este país no hay pobres. Si señor Juez y gente en negro y una chica con un niño, quizá victima de explotación infantil. ¡No! ¡no! no es posible ¿en negro? en este país no hay gente en negro. Si y viven sin agua caliente y hacen caca en los yuyos altos. ¡Horror! eso es atroz nunca vi que hicieran eso en el campo, es inadmisible. ¡Preparad la horca!. Y no la complete que no tenían los impuestos al día. Esa es la cruda realidad señor Juez. ¡Traed al verdugo!.

La plata que se gastó en reprimir a toda costa con un aparato que pudieron ser dos personas con actas, bien podría haberse invertido en mejorar las condiciones de los trabajadores en la finca. El sentido común es una rara avis en la Justicia. Nosotros no estamos para eso señor. Hágame el favor.
La gran paradoja es que acusando de explotadores a gente que vive casi en la miseria los hizo a ellos explotadores. Con sus uniformes, sus togas, sus pelucas y sus autos de alta gama. Y sus drones a control remoto. Es la causa 16763/18.
Las condiciones de detención de hombres y mujeres en el Escuadrón 20 pueden equipararse a las de las fincas. No hay baño, el que hay es un asco inmundo, y los sacan una o dos veces al día para hacer sus necesidades a un baño de los gendarmes. Artículo 140 del código Penal “el que redujere a una persona a servidumbre o a otra condición análoga…”. ¿Se harán un allanamiento a si mismos?.