“La nueva interdependencia electrónica reconstruye el mundo en la imagen de una aldea global”
Marshall McLuhan
El mundo de la información tiene cada vez más opciones. Uno se puede inscribir en la universidad porno de Colombia y relojear la curricula con admiración y envidia.
Podes llevar tu chalana o tus gomones al mar Arábigo a ver si te los incendian como a los petroleros. Podés cruzar los Andes y sentirte San Martín o inaugurar un busto de Manuel Arias como nuestro amigo Santos Vergara en Orán. Podés putear todo el día contra la inseguridad y la violencia asistemática de los hombres que no aman a los hombres o creer que es una sensación inventada por los medios o pensar que en relación a un siglo atrás que te bombardeaban en cualquier momento hemos avanzado mucho. Hoy se mata de a uno por vez.
La línea criminal indeleble es la de la rapiña. Indiferente de la era virtual, aunque los cibernautas, hackers y piratas informaticos de pronto te succionen el sueldo de tu cuenta inviolable con clave de seguridad, los robos arrecian. En los asentamientos los changos se juntan para hacerse de la guita necesaria para unas pipas. Pobreza, analfabetismo, desadaptación, familias disgregadas o ausentes, falta de cariño, aburrimiento, drogas (legales e ilegales) y agregue usted los factores que le parezcan, los predisponen.
En la Colonia el 25 la denuncia de una mujer del Nueva Esperanza a la que un tal Moni le robó el televisor y amenazó matarla dio pié para que la Policía local desarticulara un grupo dedicado a la apropiación de bienes ajenos. Moni resultó ser Fabian Gastón Guzman (19) un adicto prontuariado que en efecto tenía en su poder el Philco de 21 pulgadas. Con su detención saltó que no era un ladrón solitario.
Sus cómplices, con un fárrago de elementos robados desde unos accesorios de baño, otro televisor y unas sillas, fueron cayendo como fichas de domino. Los bautizaron la banda del Moni.
Eran el “asesino” Reynaldo Leonel Gonzalez Gimenez (19) código rojo con pedido de captura del tribunal de Juicio Sala I y comparendo por amenazas con arma en Garantías 2, el Maximiliano Javier Bazán (27) y un menor de 16 años, cuya participación agrava los delitos de robo que les endilgan.
De todas las opciones de la era de la comunicación, ROBAR, sigue siendo la peor.