“Nunca se había vuelto duro, malo o irrespetuoso como pueden volverse los chicos…”

Los blues de Sonny   James Baldwin

Los medios que no son sonsos a la hora de vender noticias impusieron el escándalo de la reina de belleza de Orán y del mundo pillada en la entrada de Salta con veintidós kilos de cocaína y una pila de fotos y videos en la redes que podían enamorar y/o enardecer a la insaciable platea global. La que paga por historias exuberantes. En la era de la posverdad que nada fuera cierto era lo de menos.

Martina Oliva iba con su novio reciente el “Perro” José Gustavo Tolaba (28) un chango de los muchos que en Orán aparecen con camioneta y plata de un día para el otro sin que se sepa el origen de su bonanza. En marzo estuvo detenido manejando una amarock con más de un millón de pesos en la guantera luego de una cinematográfica persecución policial. La fama grande le llegaría ahora con quince kilos de sativa que cargaba el Citroen que él venía haciéndole punta.

El conductor del auto mariguano es la noticia dolorosa que la chica linda puso en segundo plano.

Es Juancito, Juan Alberto Romero, el hijo de Mariela Romero la chica asesinada el primero de diciembre del 1996 y cuyo crimen es el paradigma de la impunidad en el norte Salteño.

Su foto figura de hace tiempo en la galería de Drogas Peligrosas. Hace poco falleció Kelo Torres su abuelastro que se desvivía para sacarlo de esa trenza. Quizá eso tenga algo que ver con su conducta. Además por supuesto del drama que padeció siendo un nenito con su mamá. Tremendo.

Lo acusan de transporte agravado de estupefacientes y resistencia a la autoridad.