“…Ya los fieros enemigos se alejaron,
no resuena el ruido de sus botas,
nos pasaron por encima y nos ganaron,
nos dejaron… en derrota…”
Ya el sol asomaba en el poniente Les Luthiers
Mire que se han perdido batallas a lo largo de la historia, la de Stalingrado en 1942 que congeló para siempre el Tercer Reich, la de la tropas de Cortez en su noche triste de 1520 tiñendo con su sangre los lagos mexícas de Tenochtitlán, que se yo, las de los Cruzados cristianos que iban a recuperar Jerusalem en la edad media o la cagada que le pegaron al bueno de Belgrano en Vilcapugio y Ayohúma que tuvo que volver con la cola entre las patas de la segunda campaña al Alto Perú, pero la mama de las derrotas es la de la guerra a la droga actual.
Vamos perdiendo unos cien mil goles a dos. Fracaso total. Llevamos noventa años de combate con gastos colosales de armas de personal de equipamiento de inteligencia y cada vez entra más droga y cada vez la gente consume más droga. Nos referimos a las ilegales, el alcohol, el tabaco, las más nocivas, son legales. Si eso no es perder la guerra entonces será que Hitler no se suicidó en su bunker y vive oculto en la Patagonia fingiendo un Alzheimer.
Pero no solo eso la prohibición de sustancias de las que el estado de bienestar quiere protegernos sin incluir las milaneses fritas con mucho aceite que como todo el mundo sabe son mortales ha generado una ola criminal que crece todos los días. Una ola que se ríe a carcajadas de las censuras gubernamentales y que pasó de la marginalidad al estrellato.
Los mariguaneros son multitud, llenan estadios, tienen sus músicos mariguaneros y su cultura media rastafari que no va a faltar mucho para que un candidato se fume un porro antes de mandarse un discurso por cadena nacional. Divertido va a ser divertido.
Compitiendo con la soja el porro se vende como pan caliente en todo el mundo. Es una empresa tentadora en un país con tantos pobres, con tantos ex presidiarios sin trabajo, con tanto político inescrupuloso, con tanta ambición de poder desmedida y sobre todo que si tenes éxito todos te van a admirar por tu plata, que es la medida del respeto social.
El pasto seco viene de Paraguay y es impresionante la cantidad de changos que se han metido en el negocio. Les sale bien un viaje y no los para ni tarzán.
El estado hace su promoción con los kilitos que agarra, que son nada de nada. Policías y gendarmes sacan pecho parados al lado de los ladrillos como si fueran obreros de la construcción. Fotito, diario, radios, informe de una investigación larga y denodada, redes, gracias gracias es nuestro deber.
La promoción de los traficantes es por el Face con la Toyota Hilux cero kilómetro y el palacio de asentamiento con cámaras de seguridad.
Un par de porreros que exportan de tierra guaraní vía chaco salteño a cincuenta kilos por segundo derraparon estrepitosamente estos días.
Unos eran parientes directos del Senador Mashur Lapad, un político profesional con 30 años estrujando la teta del estado que bien podría haberle prestado unos millones si necesitaban.
Pero no. El hermano Juan Antonio Lapad (55) y su sobrino Sergio Daniel Lapad (26), tenían emprendimiento propio de mariguaneros por la ruta Morillense en fila uno detrás del otro que tenés que tocar bocina para pasar.
El 18 por la 81, capicúa, paraban a unos peones del negocio con 32 panes de yerba mala que pesaron 29 kilos viajando en un Bora a Embarcación.
Manejaba Nicolás Isaías Lopez (20) con un chico de 15 años de acompañante. Tenían escuchas del Lapad chico comunicándose con ellos y con el barredor Ramón Jesús Cortez (47) que pillaban en un Corsa sobre una ruta de tierra. En Dragones en una Partner detenían a Diego Alberto Juarez (26) junto a Lapad, director en jefe de la organización exportadora en la cual metieron al padre Juan, hermano de Mashur, allanado en Salta donde vive.
En Juan Solá detenían a Teodoro Armando Arias (58) y a Enzo Arias (21). Tres autos, plata, celulares y armas de fuego de calibres grosos, secuestraron.
A los cuatro días con los Bob Marleys del Chaco Salteño todavía en las primeras planas caían unos colegas Sampedrinos en la 34 cerca del Elordi. Una Toyota Hilux arremetía un control de gendarmería que la estaba esperando con unos clavos de no vas a ir muy lejos. Llegaron hasta la entrada de Pulvinor y hubo un sálvese quien pueda de saltos en la oscuridad.
Llevaban cinco mochilas con 114 rectángulos prohibidos de cannabis recreativo para fiestas y cumpleaños que pesaron 98 kilos y medio. Detenían a Gonzalo Ivan Palacio (23) y al mochilero Elias Andrés Urzagasti (22) que se tiró al monte y se clavó un palo en la ingle. En la rotonda de Pichanal en un Aveo a Héctor Daniel Ruiz (27) y Paulo Enrique Campos (30). Todos Jujeños. El sueño de mariguaneros millonarios les quedó stand by por el momento.
Según evalúo de Gendarmería cargaban en sus alforjas nueve millones ochocientos seis mil seiscientos doce pesos. Que lo parió. ¿Hemos derrotado al narcotráfico?. No me hagas reír que me duele la panza.