“El senador se bebió el paisaje y vibró de argentinidad, mientras soñaba con la obra pública y su mujer ponía cara de estúpida…”
Historias secretas de América Eduardo Belgrano Rawson

Los días de las fiestas patronales se confunden con los preelectorales y entonces todos están efervescentes, abrazadores, dispuestos a besar niños a mansalva, a acariciar ancianas para las fotos en el Face, prometiendo futuros de ventura, de platos suculentos en la mesa, de reencuentros felices, de perdices, con esas caras de comprensivos y empáticos que esto no puede ser nosotros cambiaremos la realidad y la dicha abrigará a los habitantes del trópico como la chaucha al poroto si se nos permite esta vegetariana metáfora y serán los cuetes y los fuegos de artificio los que anuncien la buena nueva del salvador de turno que está exultante, entregado, embriagado por la cercanía del poder y de la bonanza personal y la de sus acólitos.
Detrás de ese talante de enajenado alegre en busca del voto perdido se adivina en muchos políticos otra cara.

La verdadera, una vez quitados los afeites de la actuación.

Pasó con José Cástulo Armella (63) de barrio Caballito en algún momento referente político candidato a concejal y hablador de radio y, como dijo hoy, antes que lo condenaran a siete años y medio de cárcel por vender Paco y marihuana frente a la escuela del barrio, fue el fundador de las madres del dolor del Paco y promotor directo de allanamientos contra otros dealers que vendían en el barrio y a los postres parece que no lo hacía por el bien del pueblo soberano sino para sacarse de encima competidores.

Declaraba enojado que él sabía donde vendían paco y la policía también y ese terminó siendo el problema porque le cayeron a la casa en Abril del 2018 secuestrando 74 pipas de cocaína y 110 gramos de cannabis seco amén de armas plata y 15 celulares que le reprocharon eran de cambios por droga.

Antes que el Juez Fabian Fayos de Sala II pasara a deliberar (consigo mismo) Armella repitió que trabajaba en la municipalidad a la mañana y a la tarde reparaba electrodomésticos y celulares en su casa, esos que le sacaron eran para arreglo. Dos testigos compradores dijeron que les había vendido pasta el viejo Armella.

Junto con el hombre fue condenado por el mismo delito su hijo Juan “Jeder” Armella Cardozo a seis años de prisión y costas. Su otro hijo José Carmelo “Jeta” Armella (32) fue sentenciado en Agosto del año pasado en la misma Sala de Juicio a siete años también por tenencia de estupefacientes para comercializar. “Jeder” dijo que quería estudiar ir a Tinkus y salir de la adicción.
En el final Armella habló como el político que fue. No le creyeron.