Qué los narcos abandonen su mercancía puede interpretarse producto de una estrategia de ellos mismos para distraer o por el contrario de la presión represiva del Estado. El miércoles a las diez de la noche a cinco kilómetros de Pichanal por la ruta 50 apareció una Dodge journey huérfana de ocupantes.
La gente de drogas no tardó en llegar con su can adiestrado que ladró como si hubiese un gato dentro. Eran cuatro kilos de marihuana y dos de cocaína en diez paquetes amorfos. La camioneta era robada en Tucumán. Interviene la justicia federal.