“Al poco quedaba un movimiento de sombra en la sombra; pronto, nada…”
Nocturno Ricardo Güiraldes
En Octubre del 2019 se libraban sendas órdenes de allanamiento pedidas por Drogas peligrosas para dos casas enfrentadas del barrio Matadero de Pichanal tenidas como bocas de expendio. De Abril venían investigando y juntando pruebas cruzando a clientes que salían chochos con los bolsillos gordos de pichi.
Apoyados por otras divisiones policiales entraron a ambos domicilios simultáneamente. De lo de la familia Juarez sacaron varias bochas de marihuana y detuvieron a Ulises (23) y a su hermana Araceli Juarez (21). Dos fumancheros presentes cayeron en la volteada.
De lo de la familia Illezca secuestraron seis gramos de pasta base fraccionada levantando a tres hermanos Ivan Sebastián Illezca (28), Jonathan Luciano Ferreira (24) y a un menor de 17.
Las siete personas quedaron bajo llave acusadas de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
En Diciembre del 2020 juzgaron a los Juarez. Todos fueron absueltos menos Ulises condenado a tres años condicional como consumidor.
Ahora juzgaron a los Illezca. Ayer la sentencia fue absolución por la duda general.
Los defendió el abogado Santiago Savoy que puso énfasis en las desprolijidades del operativo sobre todo en el retardo para el ingreso de los testigos civiles que son el contralor necesario para evitar que la Policía invente cualquier cosa.
A un año y medio el supuesto gran golpe al narcomenudeo quedó en la nada.