Una dotación de los bomberos policiales se metió en el monte de la corrientes al final alertados por el incendio de una plantación de varias hectáreas de eucaliptos.
Completó la tarea de extinción forestal con un viaje a la mañana y otro a la tarde cargando y recargando mochilas de veinte litros de agua de unos tachos de 200 litros. El dueño de la propiedad supone que fue intencional.
En paralelo a los concejales se les quemaban todos los papeles. Un vehículo de la cooperadora asistencial del municipio que llevaba a un grupo de sus excelencias legislativas a Salta era interceptado por Drogas Peligrosas con una carguita ya que estamos de 22 kilos de hojas de coca. El caso encendió la mañana.
Ayer en Salvador Maza habían secuestrado 40 kilos de un colectivo de gendarmería. Eso se llama quemarse reíte de los pobres eucaliptos.
Que llamen a los bomberos.