“Y una vez casi lo matan. Le atravesaron la espalda de un lanzazo, pero siguió corriendo y pudo escaparse…”
La hora de los monos Federico Falco
En ciertas encrucijadas de la Europa medieval ocurría con frecuencia que una horda de malechores te saliera al paso para despojarte a punta de espadas y hachas no solo los pocos denarios o maravedíes que llevaras en tus bragas sino también de tu caballo. En ciertas encrucijadas del Orán actual te puede pasar lo mismo.
Un vecino de 38 años fue a comprar gaseosa en su moto Zanella 150 serían las siete de la mañana del Domingo 13. Iba por calle Bustamente y pasando la Juana Azurduy cinco changos de mala traza lo interceptaron. Querían plata. Uno le metió un puntazo en la rodilla y otro un machetazo en el brazo, todos lo trompeaban y pateaban. Alguien lo encegueció tirándole tierra en los ojos.
Cuando recobró la vista ya no estaban ni los ladrones ni su moto. Sabía que eran del asentamiento 6 de Enero y reconoció a un tal Barni y a un tal Chaqueñito como los que lo hirieron. “Barni” era Raúl Armando Juarez (21) que caía preso por tercera vez en el año siempre por robos.
Fue el que le saqueó los 40.000 dólares al panadero en abril y generó contra si una violencia de justicia por mano propia. Al “Chaqueñito” Ramiro Alejandro Herrera (22), otro con un cajón de antecedentes, no lo encontraron. En la AP 680/20 de la subcomisaria 9 de Julio se los imputa de robo calificado.