“La estudió, y ella desvió la mirada…”
Vecinos Raymond Carver
Una chica con ropa de gimnasia ingresa corriendo y asustada a la subcomisaría 9 de Julio. El antepenúltimo día de junio del 2022 a horas tempranas de la mañana. Tiene 14 años. Iba a clase. Le salen palabras entrecortadas por el miedo.
Un depravado la viene siguiendo. Más de seis cuadras ha durado el periplo durante el cual el desconocido, en apariencia borracho o drogado, la ha agarrado de atrás refregándole con las manos sus más recónditos espacios íntimos. Indiferente a sus gritos, a su negativa, a su asco, le ha mostrado el pene desnudo comenzando a masturbarse. Ha rogado por sexo delirando de calentura. Ha querido bajarle las calzas.
Saliendo en una patrulla su victima lo reconoce en la esquina de la plaza.
Era el “Coya” Juan Gerardo Subelza (39) un convicto de homicidio y robo.
Acusado de abuso sexual simple y exhibiciones obscenas agravadas llegó a juicio. Fue declarado reincidente y le aplicaron tres años de prisión. Conoce muy bien el penal. Ya estuvo doce temporadas.