“La cárcel y el paredón fueron la diaria ración del dolor…”
Semejante a los dioses Sergio Pitol
A seis días de comienzo de año se realizó una audiencia virtual en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 respecto a un pedido de la defensa del condenado a perpetua Delfín Reynaldo Castedo (57) declarado culpable de traficar cocaína y del crimen de Liliana Ledesma. El planteo eran las condiciones de interno de alto riesgo categoría que considera su abogado Horacio Morales, inconstitucional.
Castedo dijo que pasa encerrado veinte horas del día en una celda de dos por cuatro con inodoro y lavabo, (el inodoro está trancado y debe juntar agua en un vaso y un balde para desagotarlo) que bajó veintitrés kilos, que le han quitado las visitas, que no puede ver al hermano que está a cien metros en el mismo penal de Ezeiza, ni a sus diez nietos, ni a sus dos hijos que no tienen su apellido, que le han sacado hasta la pasta dental, que el colchón finito agrava sus problemas de columna, que no lo dejan ni charlar ni tomar mate con otros internos, que ya ha intentado dos veces quitarse la vida.
A su turno el fiscal Martín Amat consideró razonable el pedido respecto a las visitas. Morales enfatizó que los tratos degradantes o inhumanos no se incluyen en ninguna pena legal. Que su cliente no pide ningún beneficio sino volver a ser un preso común. El tribunal tiene que resolver.
Vecino y en las mismas condiciones que Castedo se encuentra el Gringo Palavecino.