“La ciudad que los dioses admiraron no era más que un puñado de cabañas habitadas por pastores. Nada había del palacio de Príamo, ni del lecho en el que Paris amó a Helena…”
Troya Tomás Val
Que un hombre pierda la cabeza por una mujer es la historia del mundo. Ahí lo tenés a Paris el príncipe Troyano que raptó muerto de amor a la Helena, la mismísima hija de Zeus, que es como si te metieras con la hija de Donald Trump, lo que condujo a la guerra y al exterminio de su pueblo. En la mitología cristiana lo tenés al Adán que dijo ma sí yo me mando con la Eva haciéndonos mortales y estúpidos para siempre. El tipo no se pudo contener. No se pudo contener Edipo de Tebas con su propia madre para darte un caso ya muy loco. Los ímpetus sexuales continúan pero hemos creado normas que castigan aquellos que no son consentidos, que no tienen en cuenta al otro. Los por amor son inimputables por ahora.
El Miércoles 17 de Julio luego de dos días de audiencia condenaron en la Sala I de Tartagal a cargo en forma unipersonal del Juez Martoccia a Nicolás Arsenio “Baroncho” Armoa (44) a siete años de prisión y costas, un chofer de ambulancia que violó a la ex novia de su hijo.
El caso lo publicamos en la edición papel 449 de Abril del 2018.
La victima, una chica humilde de Ballivian que fue a estudiar enfermería a la ciudad. Armoa se obsesionó con ella. Con su futura nuera. Le mandaba mensajes, la amenazaba, ofrecía pagarle, le decía que era demasiado linda para el hijo, que lo dejara, hasta que acogotándola se dio el enfermo gusto en la pieza que alquilaba.
Le salió caro, no solo por la condena. Ella se defendió la segunda vez que quiso forzarla clavandole un cuchillo en la espalda y en el pecho. Se lo merecía, había perdido la cabeza.
El hombre es diabético. Cumple prisión domiciliaria en el pequeño Ballivian donde vive la victima. Su familia nos hizo saber la bronca que sienten por eso.